El remolcador eléctrico de 1000 kg está diseñado para simplificar las operaciones de manutención y reducir el esfuerzo físico de los operarios. Es un equipo especialmente indicado para mover cargas rodantes como carritos de taller, carros de servicio o carros de transporte en hospitales, grandes superficies, centros logísticos y la industria agroalimentaria. Gracias a su motorización eléctrica, facilita el arrastre de cargas pesadas y disminuye las manipulaciones manuales, ayudando a prevenir trastornos musculoesqueléticos (TME). Además, puede operar en pendientes inclinadas de hasta un 5%, manteniendo un desplazamiento seguro y estable en superficies ligeramente inclinadas.
Este modelo ofrece una capacidad de arrastre de hasta 1000 kg y permite ajustar la velocidad entre 0 y 6 km/h. Los movimientos se controlan fácilmente mediante una rueda de ajuste que permite adaptar la velocidad a cada situación de trabajo. Su autonomía es de aproximadamente 6 horas de uso continuo, adecuada para cubrir gran parte de una jornada laboral estándar. La recarga de sus dos baterías de plomo-ácido se realiza en un tiempo aproximado de 7 a 8 horas. La pendiente máxima admisible es del 15 %.
El diseño ergonómico incluye timón ajustable mediante rueda, mango con tres posiciones para un agarre cómodo y una barra de remolque regulable en altura, permitiendo adaptar el punto de enganche según el tipo de carro empleado.
En materia de seguridad, el remolcador incorpora:
- Botón de parada de emergencia
- Botón anti-aplastamiento
- Claxon
- Interruptor con llave para el encendido controlado
- Indicador de nivel de batería para programar recargas
En caso necesario, el equipo puede utilizarse en modo manual mediante una palanca que desconecta el sistema motorizado y permite operar el remolcador sin asistencia eléctrica. Las ruedas motrices y estabilizadoras aseguran un desplazamiento fluido y controlado, incluso en superficies irregulares o inclinadas hasta el 5%.
