El remolcador eléctrico está diseñado para arrastrar sin esfuerzo remolques, caravanas o cualquier equipo equipado con una bola de enganche. Gracias a su alta capacidad de arrastre, responde a las necesidades de empresas y profesionales que deben mover cargas pesadas, reduciendo al mismo tiempo el esfuerzo físico de los operarios. Su propulsión eléctrica facilita el desplazamiento de las cargas y contribuye a la prevención de trastornos musculo-esqueléticos.
Dotado de una capacidad de arrastre de hasta 2500 kg, este remolcador eléctrico permite maniobrar equipos de gran volumen. Su velocidad de desplazamiento es variable de 0 a 6 km/h mediante una rueda de control que garantiza un manejo preciso según las condiciones de trabajo. La autonomía alcanza hasta 6 horas de uso continuo y la recarga completa de las dos baterías de plomo-ácido requiere entre 11 y 12 horas.
El remolcador eléctrico incorpora una palanca que, al accionarse hacia arriba, corta completamente la alimentación y permite su uso en modo manual. Su estructura robusta se apoya en una rueda giratoria y dos ruedas motrices, lo que proporciona estabilidad y eficacia. En cuanto a seguridad, el remolcador incorpora un botón de parada de emergencia, un botón anti-aplastamiento integrado en el timón, un claxon, un interruptor con llave y un indicador de batería. El remolcador eléctrico dispone de dos bolas de enganche a diferentes alturas, 385 mm para el modelo pequeño y 485 mm para el grande, con un diámetro estándar de 50 mm compatible con la mayoría de los equipos remolcados.
