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Las diferencias entre los volquetes basculantes manuales y automáticos

Los volquetes basculantes se han convertido en un equipo imprescindible para agilizar la manipulación y descarga de residuos industriales en numerosos sectores. Tanto los manuales como los automáticos ofrecen ventajas específicas en cuanto a rapidez y comodidad de uso. ¿Cuáles son las diferencias y qué criterios conviene priorizar para elegir el modelo más adecuado para su actividad?

Para recordar

  • El volquete basculante permite manipular y vaciar rápidamente materiales a granel, reduciendo al mismo tiempo el esfuerzo físico y los riesgos para el operario.
  • El volquete manual destaca por su sencillez, mientras que el autobasculante garantiza un vaciado rápido y sin esfuerzo, ideal para ritmos de trabajo intensos.
  • Para elegir el modelo más adecuado, es fundamental tener en cuenta el tipo de carga, la frecuencia de uso y las exigencias del entorno de trabajo.

¿Qué es un volquete basculante y en qué situaciones utilizarlo?

Un volquete basculante es un equipo de manutención diseñado para almacenar, transportar y descargar materiales a granel de manera rápida y eficiente. Su principal característica es la incorporación de un mecanismo de volteo que permite inclinar o vaciar la cuba con seguridad, reduciendo al mínimo el esfuerzo del operario.

Estos volquetes se emplean de forma habitual en sectores como la industria, la construcción y la gestión de residuos:

  • En construcción, se utilizan para la evacuación directa de escombros, arena, hormigón u otros materiales desde la zona de trabajo hasta el punto de descarga.
  • En logística y producción, resultan idóneos para el manejo de virutas metálicas, recortes de fabricación, residuos industriales o materias primas en estado suelto.

Según las necesidades de operación, pueden estar equipados con ruedas para su desplazamiento manual, diseñarse para su uso con carretilla elevadora o integrarse en líneas de producción automatizadas.

¿Cómo funcionan los volquetes basculantes manuales y automáticos?

Volquete basculante manual

El volquete basculante manual funciona con un mecanismo sencillo, generalmente articulado alrededor de un eje central. El operario acciona el basculamiento mediante una palanca o un cable, como en los volquetes de fondo abatible, liberando un cierre de seguridad. La cuba se abre o gira por efecto de la gravedad, permitiendo vaciar el contenido en una zona de descarga.

Por lo tanto, se necesita la intervención del operario para que el basculamiento se produzca.

Volquete basculante automático

El volquete autobasculante está equipado con un mecanismo que activa automáticamente el basculamiento en cuanto entra en contacto con un contenedor. Su base incorpora una placa de presión que, al apoyarse contra el borde del contenedor de descarga, acciona el sistema de muelles integrado y libera la parte trasera de la tolva, sujeta por un gancho. La cuba se inclina hacia adelante, impulsada por el peso de la carga y asistida por la inclinación natural de su estructura.

Esta automatización permite un vaciado rápido, uniforme y sin esfuerzo de los residuos industriales, incluso en el caso de cargas pesadas.

Nota: los volquetes autobasculantes suelen estar equipados con un mando que permite realizar el basculamiento de forma manual cuando sea necesario.

En Tekipeo hemos decidido apostar por los volquetes autobasculantes, priorizándolos frente a los modelos de vaciado manual. Disponemos de una gama completa con 7 capacidades diferentes, que van desde los 150 hasta los 2.000 litros.

Comparativa entre volquetes basculantes manuales y automáticos

Criterio Volquete basculante manual Volquete autobasculante
Modo de activación Acción manual (palanca, pedal, cable de mando) Automático por contacto con el punto de descarga
Esfuerzo físico requerido Esfuerzo mínimo para accionar el mando manual Ningún esfuerzo físico por parte del operario
Velocidad de descarga Variable según el operario y la carga Rápida y constante
Precisión de la descarga Control directo por parte del operario Depende del punto de contacto con el contenedor
Entorno ideal Uso ocasional, cargas moderadas Alta cadencia, tareas repetitivas

En definitiva, la elección entre un volquete basculante manual y una versión autobasculante depende de la naturaleza de la carga, la frecuencia de las operaciones y los objetivos de productividad. Si el primero destaca por su sencillez, el segundo resulta ideal en entornos donde la rapidez, la seguridad y la constancia son esenciales.

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